Tengo la costumbre de ojear el periódico mientras desayuno. Leo los titulares y rara vez algún artículo completo. Pero esta mañana he encontrado un artículo que me ha interesado. Se titulaba "Arreglado pero (aún) formal". Os recomiendo su lectura si tenéis un rato.
En este artículo se reflexiona sobre los códigos de vestimenta que imponen las empresas a sus empleados y de los significados de los mismos, así como del contrapunto, que se ensaya en algunas empresas, de permitir a los empleados desarrollar su creatividad a través de su ropa.
Yo nunca he trabajado en una oficina o empresa en la que existiera en la que se impusiera un código para vestir. En mi trabajo tengo total libertad para vestir, aunque de forma tácita algunas prendas no son oportunas o procedentes. Puedo ir a trabajar con converse, botas ugg o sudadera y hasta minifalda, si no es demasiado corta, pero por ejemplo para mí quedan prohibidos los tacones (por incómodos, yo trabajo de pie casi todo el tiempo) así como ropa delicada que se pueda manchar o enganchar con facilidad.
Una vez al mes quedo con mis amigas para cenar y algunas de ellas vienen directamente de la oficina, todas ellas visten formalmente con mayor o menor acierto. Los pantalones de vestir suelen abundar, aunque algunas de ellas suelen aderezarlos con bonito fular o un bolso chulo, mientras que otras no las sacas del marrón y el negro.
¿Qué os parecen estos códigos de vestimenta? ¿Imagen de empresa o elemento de control? ¿Cuando vais al banco en verano os sorprende tanto como a mí las camisas de manga corta con corbata? ¿Os parece oportuno ir en bañador y chanclas de goma a otro sitio que no sea la playa o la piscina?
Me interesan vuestras opiniones y experiencias al respecto.