Durante el embarazo y después de parto es necesario cuidar la piel, pero no es necesario tirar la casa por la ventana. Mi gran aliado ha sido el aceite de almendras dulces.
Pero vamos por partes.
Embarazo
Durante el embarazo es necesario tener bien hidratada la piel del vientre, eso evitará la formación de las antiestéticas estrías. Alrededor del cuarto mes comencé con el aceite de almendras dulces. Me lo daba después de la ducha, antes de secarme la piel y una vez seca me ponía crema hidratante, en mi caso la de aceite de oliva de Deliplus, que es la que uso habitualmente. Esta etapa del embarazo me pilló durante el verano, así que a eso sumaba la crema de protección del sol, Isdin por supuesto, y el aftersun, habitualmente aceite de Monoi.
Cuando la tripa empezó a abultarse más, además de por la mañana, por la la noche me extendía generosamente aceite por la barriga antes de acostarme y me ponía una camiseta de algodón para no poner todo perdido. Al final la camiseta queda para tirar, aunque la lavéis, por lo que os recomiendo que no uséis pijamas o camisones a los que tengáis alguna estima.
Para los últimos meses me compré Trofolastín, que es una crema antiestrías que venden en la farmacia y de la que había leído buenas referencias. Y seguía con el aceite de almendras después de la ducha.
No tuve ni una sola estría y mantuve la piel elástica e hidratada hasta el final. Estoy satisfecha con el resultado, aunque también dicen que existe un componente genético, pero los cuidados nunca están de más.
Posparto
Después del parto una amiga me recomendó que le pidiera al ginecólogo una crema para los puntos, ya que al secarse son bastante molestos. Me recetaron una crema cicatrizante Licotriz Olivolea que me fue de maravilla. Los primeros días me aliviaba la tirantez y a los diez días dejaron de molestarme totalmente.
Respecto al piel de la tripa, bajé a la farmacia a comprarme una crema reafirmante, pero la farmacéutica me informó que no servían para mucho, que lo importante era hidratar la piel correctamente. Así qué he seguido con el aceite de almendras después de la ducha. Además mañana y noche utilicé una hidratante más grasa de lo habitual, la mía contaenía además aceite de rosa mosqueta.
No tuve grietas en los pezones, pero sí al principio uno de ellos me sangraba y sentía dolor al dar el pecho. El pediatra de Sara me recetó Vera Olio, una crema que consiste en vitamina E pura, de forma que te lo pones justo después de la toma y no es necesario lavarte el pecho antes de la toma siguiente. A mi me funcionó.
Espero que os haya sido útil esta información y que veáis que no es necesario gastarse una pasta para mantener la piel en condiciones.
