domingo, 11 de noviembre de 2012

Mi mundo: el vestido

Como os comenté el domingo pasado, me quedé con ganas de enseñar más cosas de la boda. Además, mirando el apartado de estadísticas he observado que algunas visitas han llegado al blog por medio de búsquedas relacionadas con las bodas. Me gustaría contaos como fue mi experiencia en la preparación de una boda express (1 mes)  y muy DIY (todo lo diseñamos nosotros).  Y para abrir boca os hablaré del vestido.

Cuando una mujer habla de "el vestido" y no de "un vestido", solo puede tratarse de su vestido de novia. A un mes escaso de la boda y teniendo lugar la boda en un entorno muy campestre enseguida descarté los vestidos de novia convencionales.  Lo que encontré por la red como "vestidos de novia cortos" eran vestidos de princesa disney, palabras de honor con horrorosas falditas de vuelo.

La primera discusión vino porque decidí ir sola a comprarlo, ante el horror de amigas y familia. Y aunque es de agradecer que se ofrecieran a acompañarme, yo quería decidir libremente.

Con estos antecedentes me encampé para Madrid e hice un recorrido por mis tiendas vintage habituales para ver si con suerte encontraba algo, porque me atraía el aire antiguo de los vestidos de novia vintage. No hubo suerte. Así que como segunda opción me dirijí al Corte Inglés de Castellana que tiene una sección muy amplia de vestidos de fiesta y además en rebajas (estábamos en Agosto).

Me estaba esperando. Mis ojos se iban automáticamente a todas las piezas de encaje y al llegar a Purificación García, allí estaba él. Un traje de novia, que no era de novia. Cumplía todos los requisitos, de color beig, corto (un vestido largo me hubiera incomodado mucho en el lugar donde lo íbamos a celebrar y además hubiera acabo muy sucio y roto) y de encaje. Me lo probé y lo supe. Era "mi vestido".

Lo demás ya lo sabeis, corte años veinte y delicado encaje transparente.


El vestido llevaba un forro de tul y raso de color rosa palo.



Me hubiera gustado encontrar unos zapatos estilo años 20 con su correita en el tobillo. Pero no fue posible. Al final opté por unos salones en beig nacarado con medio tacón. La odisea de encontrarlos ya os la conté aquí.

Termino con un detalle del vestido para que lo aprecieis mejor.



Espero que os haya gustado. En próximas semanas hablaremos del resto de los complementos, peinado,  maquillaje, ramo..

4 comentarios:

  1. ¡Es precioso! ya te lo dije en otra entrada, pero lo repito: la mejor elección para una boda de ese estilo. Ibas guapísima. A mí no me gustan los vestidos de novia convencionales, en plan palabra de honor, para mi boda quiero que sea rollo vintage y sin apenas escote, algo discreto.

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  2. Ya lo dije en su momento cuando pusiste las fotos, el vestido es precioso y desde luego se nota lo feliz y cómoda que estabas con él puesto!
    Yo estoy empezando a pensar en el tema boda y tengo claro que tampoco quiero un vestido tradicional, espero tener tanta suerte como tú con la búsqueda :)

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  3. Es un vestido preciooooooooooooooso. Yo me lo compraría ahora mismo aunque no fuera para casarme, no por nada, sino porque ya me casé con uno corto estilo años veinte que cruzó el charco vía ebay (ante al horror amiguil y familil... jajajaja)y de momento no me caso más... jeje... el peinado le va genial y el forro rosa es muuuuuuuy bonito.

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  4. Por casualidad he dado con tu blog, que no conocía todavía, y mientras daba un garbeo por entradas anteriores lo he visto: este también fue "el vestido" para mi, me casé en septiembre... Tengo q decir q tienes muy buen gusto! Nos vemos por aquí ;)

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