#100 días en la vida de una madre#: Día 24

Os preguntareis quizás porque no publiqué el jueves, como suelo hacer habitualmente. No he adelantado el fin de semana ni estoy de puente. La razón es que el jueves salí a cenar con una amiga y no estuve en casa a la hora que suelo escribir. Fue un día muy ajetreado, hasta que me vi sentada en el Vips con mi amiga Paula. Os cuento.

7.00: Suena el despertador y como la noche anterior me había acostado pronto, me levanté bastante despejada. La verdad es que hay una gran diferencia entre acostarse pronto o tarde. El rendimiento a lo largo del día es mucho mejor. El problema es que no hay otro momento en el día para hacer muchas cosas.

8.30: Empiezan las clases.

14.10: Día ajetreado, pero salgo contenta, me parece que las cosas están empezando a rodar. Comida y me voy recoger a a Sara. Me quedo un ratito charlando con su educadora y jugando con los niños y empiezan a llegar las otras mamás y la clase queda casi vacía.

17.30: Salgo escopetada de casa a la pescadería y la biblioteca. Me acompaña Sara montada en su carrito (lo comento porque lo sacamos muy poco, suele ir andando o en brazos).

18.30: Llego al parque tras pasar por casa. Una de las madres que suele ir con su hija, ha dado a luz. Ayer mismo estuvimos con ella y la pequeña Sara (si, otras más) ha nacido. Me da mucha alegría.

20.15: De vuelta a casa, toca bañar a Sara y limpiar el pescado, que el sábado quiero hacer una fidegua.

21.10: Salgo de casa camino del Vips donde he quedado con Paula a las nueve y media. Llego puntual, aparco el coche y camino un poco. Hace una noche muy templada y de pronto me sorprende que sea de noche y ver a la gente en las terrazas. Paula ya me está esperando. Se pone muy contenta porque llevo su regalo de cumpleñaos por adelantado. Charla superagradable y a las once y media ya se nos está abriendo la boca. La acompaño a su coche andando y al despedirnos me da un abrazo y me dice que me quiere.

23.45: Aparcando en casa, leer un rato y a dormir.