miércoles, 9 de septiembre de 2015

#100 días en la vida de una madre#: Día 9

Por fin, parece que me pondré al día con las entradas. Me está gustando esta experiencia, pero también me apetece volver a publicar las entradas que publicaba antes. Quiero enseñaros mis modelis, tengo una nuev rutina de belleza y por supuesto Bufi está deseando volver con nosotros. De momento seguimos con el reto.

8.30: De nuevo me despierta mi niña sonriendo desde la cuna. Es el útimo día, mañana ya tengo que volver a trabajar. Arriba todos, a desayunar, leer y disfrutar de estar juntos los tres.

11.00: De nuevo toca limpiar. Es una tortura física y psicológica para mí. No se si os lo he contado alguna vez, pero odio limpiar. Una vez que me pongo trato de que queda lo mejor posible. Sara llora, su padre se queja, tengo que encerrarme en el baño para que Sara no entre y encima no tiene ventana.

12.30: Por fin libre, termino, me ducho, tomo un café y me pongo a trabajar. Sara está dormida.

15.00: Sara acaba de despertarse, pero no me importa comer tarde, el trabajo me ha cundido.

16.00: Mi no siesta con Sara.

17.00: Segunda sesión de limpieza, comenzamos con el salón.
 
18.00: Salimos a hacer algunos recados y pido hora para depilarme y hacerme la pedicura. Bravo, por fin algún ratito para mí. 

18.45: Parque y más parque..

20.45: De vuelta a casa, baño y cena, los tres sentados en la mesa.

23.00: Por fin me puesto al día con el blog, toca preparar algunas de las cosas para la guardería de Sara y planchar su ropa si da tiempo...hoy no quiero acostarme tan tarde. Mañana toca levantarse a golpe de despertador.



1 comentario:

  1. Yo también odio limpiar, con todas mis fuerzas.

    Cuando los niños eran pequeños, no vi la necesidad de meter a alguien en casa para limpiar, y los fines de semana nos dábamos unas palizas tremendas con la plancha y la limpieza. Ahora que son más mayores, hace un par de años contraté a una persona que viene todos los días una hora. Solo hace lo de diario, las camas, aspirador, baños, recoger la cocina... Y he tenido suerte porque es supereficaz, pero es que además no hago más que pensar que por qué no lo he hecho antes, porque ahora tengo tiempo de descansar.

    Besos.

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